Venustiano Carranza, Puebla.– Un grave incidente de violencia de género tuvo lugar recientemente en la cabecera municipal conocida como Agua Fría, cuando Alberto N., entrenador del gimnasio “Gym Gladiador”, atentó contra la vida de su expareja Miranda, al agredirla con un arma de fuego en un aparente ataque de celos.
Los hechos ocurrieron en la entrada del mencionado gimnasio, ubicado sobre la calle Flores Magón, donde Miranda, vecina de la cabecera municipal, fue interceptada por Alberto N., originario de la comunidad de San Diego. Según testigos presenciales, el agresor intentó obligar a la joven a entregarle su teléfono celular para verificar si tenía una nueva relación, lo cual ella se negó a hacer. Ante esta negativa, Alberto comenzó a agredirla verbal y físicamente, jalándola del cabello y realizando al menos tres disparos al aire con un arma de fuego.
A pesar de que los hechos ocurrieron a plena luz del día y frente a múltiples testigos, incluyendo al personal del gimnasio, la respuesta de las autoridades fue tardía. Testimonios indican que un testigo acudió de inmediato a la presidencia municipal para pedir auxilio, pero ni la Policía Municipal ni elementos de la Marina respondieron oportunamente. Las fuerzas de seguridad arribaron al lugar aproximadamente 40 minutos después de la agresión, cuando el riesgo para la víctima ya había sido inminente.
Miranda, quien es madre de un menor de edad, había iniciado una relación sentimental con Alberto aproximadamente un año atrás, luego de conocerlo en el gimnasio. Sin embargo, la relación se tornó violenta, en gran parte debido a los constantes episodios de celos por parte del agresor, según relatan personas cercanas a la víctima.
Como resultado de este incidente, Alberto N. fue separado de su cargo como entrenador en el gimnasio. Las autoridades recomendaron a Miranda y a sus familiares acudir al Ministerio Público en Huauchinango para presentar la denuncia correspondiente por tentativa de feminicidio.
Este caso ha generado preocupación en la comunidad ante la evidente falta de respuesta oportuna por parte de las autoridades municipales de seguridad pública, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de fortalecer los protocolos de actuación ante situaciones de violencia de género y garantizar la protección inmediata de las víctimas.