Indonesia anunció que el número de niños muertos por insuficiencia renal aguda suman 195, debido a sustancias nocivas halladas en “jarabes medicinales”.
El mes pasado las autoridades de ese país abrieron una investigación para tratar de averiguar la causa del inusual aumento de casos de insuficiencia renal aguda.
“Más de 320 casos de insuficiencia renal aguda han sido registrados en todo el país, cuando en Indonesia había una media de 3 niños con problemas renales por cada 10 ingresados a emergencias”, indicó el portavoz del ministerio de Salud, Mohammad Syahril.
Informó que la mayoría de los afectados son niños menores de cinco años y el nuevo balance de fallecimientos es de 195, lo que representa 62 casos nuevos en comparación desde el 21 de octubre pasado, cuando se reportaron 133 víctimas mortales.
Las autoridades sanitarias indonesias ya habían anunciado en octubre la suspensión de todas las ventas y recetas de jarabes médicos que pudieron originar el aumento de casos.
Por otra parte, jarabes para la tos fabricados en India también se vieron implicados recientemente en la muerte de casi 70 niños en Gambia por insuficiencia renal aguda.
Tras lo sucedido, La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta en octubre y recomendó la retirada de cuatro jarabes contra la tos y el resfriado común producidos por el laboratorio indio Maiden Pharmaceuticals, que “podrían estar relacionados” con las muertes registradas en Gambia.
Cabe recordar que la agencia y la Policía Nacional en la India constataron que las dos empresas utilizaban propilenglicol como materia prima en la elaboración de jarabes medicinales.
Los jarabes, que suelen utilizarse en niños, contenían cantidades excesivas de etilenglicol y dietilenglicol. Productos químicos que se utilizan a menudo en aplicaciones industriales, en anticongelantes y líquidos de frenos.
Estos hallazgos se basaron en entrevistas con empleados y la auditoría de documentos, instalaciones y productos de las empresas.
“Queda establecido que los infractores se enfrentan a una pena de 10 años de prisión y una multa máxima de mil millones de rupias (64 mil dólares)”, advirtieron autoridades.
