El 18 de mayo de 2022, durante una conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado por la repentina decisión de mantener en confidencialidad los contratos de compra de las vacunas contra COVID-19; a la Mtra. Shanik David George, este momento no le pasó desapercibido.
“Yo dije ‘bueno, si no podemos saber cómo se compran, ¿cómo se define a qué estado va cada vacuna?’ Entonces empecé a pedir información por ahí. Y mientras más información pedía por medio solicitudes de información, más me di cuenta de que no había criterios o lineamientos”.
Ese fue el origen del ensayo periodístico Transparencia y covid-19: Vacunas en la opacidad de la académica y encargada del Observatorio con los Ojos Abiertos del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) de la IBERO Puebla. Dicha investigación obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nacional de Periodismo de Investigación 2023 del INAI.
Este concurso anual fue el escenario ideal para la Mtra. Shanik David, quien ha dedicado su trayectoria profesional al periodismo de investigación y al acceso a la información. Su amplia experiencia en el rubro le permitió crear una pieza periodística que trazó una posible ruta de distribución de las vacunas en México, y evidenció la falta de transparencia en dicha información.
Su principal hallazgo fue la omisión de las autoridades y la violación constante al derecho humano de acceso de información y transparencia durante la pandemia en México, pues en muchas ocasiones tuvo que apelar sus solicitudes de información para poder llegar a respuestas claras por parte de autoridades en salud y seguridad.
“Por medio de este derecho [al acceso a la información] podemos abrir otros como a la educación o la salud”: Mtra. Shanik David.
“No había mucha claridad, por ejemplo, en cómo se almacenaban las vacunas. No se sabía qué instancias las tenían almacenadas. Supuestamente había convenios en los que Birmex tenía almacenadas las vacunas, pero en información de la Auditoría Superior de la Federación y otros documentos resultó que no tenían todas las vacunas en dicho laboratorio. No se sabe dónde estaban las vacunas”.
Ante la opacidad llegó la desconfianza. La académica pudo documentar cómo hubo una diferencia “abismal”, como la describe, entre la aplicación de vacunas en la primera fase de inmunización y la segunda; esto, en parte, se debe a la falta de información y transparencia que hubo durante las jornadas de difusión.
“Esta información era de vital importancia, y si se hubieran dado a conocer las dosis que se tenían, las dosis que se enviaban, la calidad de las vacunas, la gente hubiera confiado”, afirmó la experta, que espera que este ensayo periodístico no solo evidencie la importancia de la información en la pandemia, sino en cualquier momento y para cualquier individuo que desee ejercer este derecho humano.
Concluyó David George: “Esa información pública nos puede ayudar a ejercer todos los derechos. Es cuestión de verlo desde lo micro, y después podemos irnos a lo macro, a nivel social. Espero que [la investigación] ayude a concientizar un poco acerca de esta relación del derecho a la información con el derecho a la salud”.