Activistas reflexionan sobre la acción comunitaria contra los “sistemas de muerte”

Activistas reflexionan sobre la acción comunitaria contra los “sistemas de muerte”

La IBERO Puebla fue sede de la presentación del libro Levantamientos populares. Lo que está pendiente (Cátedra Alonso, 2022). La publicación recopila los testimonios de personas relacionadas directamente con resistencias en el centro y sur del continente. En sus páginas se analizan los efectos de las prácticas de opresión capitalista y patriarcal en las comunidades.

La edición 2022 de la Cátedra Jorge Alonso se celebró al calor de los levantamientos sociales en Ecuador, Chile, Colombia y Perú. La realidad presente en las calles dio cuenta de que los nuevos mundos no solo son posibles, sino que se están construyendo a pesar del Estado.

Levantamientos populares es la segunda de las publicaciones derivadas de los seminarios de la cátedra. El coordinador del libro, Manuel Rozental Klinger, explicó que los testimonios ilustran luchas en favor de la vida, la naturaleza y los derechos humanos. “No podemos seguir rogando que el propósito de levantarnos sea que nos entreguen a algunos desaparecidos, mejoren los salarios y que no nos maten tanto. No más este orden, porque si sigue, este planeta se muere”.

Resistencias locales

Cuando desapareció su hijo Juan de Dios, el 28 de abril de 2017, María Luisa Núñez Barojas comenzó a dimensionar la complejidad de la desaparición de personas como un lastre que lacera a la sociedad mexicana desde hace más de 50 años. Fundó el colectivo La voz de los desaparecidos en Puebla para hacer frente un sistema que, pese a ser insostenible, funciona.

“No es redituable encontrar a los desaparecidos. Todo lo contrario: el negocio es que las personas estén desaparecidas”, reprobó. La madre buscadora, abogada de formación, ha acompañado diferentes casos frente a la Fiscalía estatal. Su presencia se ha vuelto reconocida e incómoda en las oficinas públicas de la capital poblana.

Sobre la importancia de los libros testimoniales, Núñez Barojas aseguró que se trata de un acto de resistencia en el que se ofrece una perspectiva distinta a los discursos oficiales. “Ojalá que muchas universidades se sumen a esta provocación de despertar las conciencias de los alumnos […]. No necesitan ser parte de este sistema que nos entrampa”.

Al mismo tiempo, destacó la importancia de regresar al amor propio y la solidaridad como una forma de resistir a las estructuras capitalistas y a las conductas predatorias contra la Madre Tierra. La superación del orden del dominio, aseguró, es a través del rescate de la esencia humana.

De este enfoque da cuenta la causa de Pueblos unidos de la región cholulteca y de los volcanes, organización que congrega a más de 20 comunidades nahuas de la zona. “Ya no hay un respeto por el agua y por la tierra. Por eso esta explotación. Nosotros los vemos como entes sagrados”, subrayó la vocera Bertha.

La última gran movilización del colectivo fue la toma de la planta embotelladora de Bonafont para convertirla en la Casa de los Pueblos en 2021. Sin embargo, sus insurgencias se remontan a los años sesenta, cuando se hizo frente a las autoridades que no permitían que las comunidades vendieran sus productos lácteos en la capital del estado.

De acuerdo con la activista, Baja California, Nuevo León y Puebla son estados con graves problemáticas de estrés hídrico. “El 73% de nuestras cuencas, lagos y lagunas están contaminadas. México ya rebasó el 78% de la contaminación de todas sus fuentes de agua”. La recarga de los acuíferos se ha vuelto insostenible para las necesidades de las industrias: para producir un solo coche, se necesitan 148,000 litros de agua.

“Seguimos de pie, levantados. Los pueblos originarios estamos levantados desde siempre. Nunca hemos bajado la cabeza”: colectivo Pueblos unidos

Las asambleas nacionales pretenden amplificar las denuncias contra todos los proyectos que explotan los recursos naturales e imponen formas de vida capitalistas. “Corremos el riesgo de extinguirnos si no nos organizamos para seguir luchando por la vida contra este sistema destructor”, sentenció Bertha.

Suma de esfuerzos

Tres integrantes de la guardia comunal de Santa María de Ostula y de la guardia comunitaria de Aquila, Veracruz, fueron asesinados en los primeros días del año: Isaul Nemecio Zambrano, Miguel Estrada Reyes y Rolando Mauno Zambrano. Además, los activistas Ricardo Lagunes Gazca y Antonio Díaz Valencia fueron secuestrados el 15 de enero.

Estos casos evidencian el estado de guerra que se vive en los territorios. “Desarrollamos nuestra vida y tradiciones ancestrales en los territorios que ellos ambicionan”, señaló Mati. La representante de Pueblos unidos denunció las prácticas opresoras replicadas por Claudia Sheinbaum, puntera para suceder a Andrés Manuel López Obrador, quien ha reprimido a grupos feministas y activistas de pueblos originarios al tiempo que ha permitido el avance de la militarización.

Al igual que Levantamientos populares, el libro Geografías comunitarias tiene por objetivo amplificar las voces de las resistencias en el territorio nacional.

Su autor, David Jiménez Ramos, destacó cómo los nuevos liderazgos son ocupados por personas de a pie. “El libro está lleno de testimonios que cuestionan a la academia y a quienes construyen el conocimiento”.

A su decir, la lucha por la vida es una forma de reivindicar un sistema de vida que las visiones occidentales han denominado ‘folklore’. Los pueblos, indicó, hacen frente al cinismo del neoliberalismo a través de proyectos emancipadores.

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