Con la misión de brindar modelos de mundo más justos que hagan frente a las crisis de la actualidad, arrancará la Cátedra en economía social y solidaria: La paz necesita una economía más solidaria.
Se trata de un esfuerzo conjunto entre la IBERO Puebla y otras cuatro universidades de España y América Latina que recientemente fue aprobado por la UNESCO como parte de sus cátedras especializadas.
El brazo de Naciones Unidas genera diferentes espacios formativos en los que se invita a instituciones de alto prestigio a aportar, desde la educación, a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030.
La Universidad Jesuita sumó esfuerzos con universidades aliadas para atender a la convocatoria de 2019 y sumarse a los procesos de formación internacional.
Nadia Castillo Romero, directora del Departamento de Ciencias Sociales de la IBERO Puebla y coordinadora del proyecto explicó que “Se tenían relaciones individuales [con otras instituciones educativas], pero nunca habíamos pensado en hacer algo en conjunto”.
La solicitud se emitió unos días antes de la explosión de la pandemia en marzo de 2020; la carta de aceptación llegó hace apenas unas semanas.
Durante los próximos cuatro años, las universidades involucradas formalizarán el trabajo en líneas comunes de investigación y buscarán la apertura de nuevos foros académicos. Además, se facilitarán los intercambios académicos de estudiantes y profesores, así como los espacios de pasantía.
La Cátedra será impartida por académicos de la IBERO Puebla, la Universidad Cooperativa de Colombia, la Universidad de Mondragón en el País Vasco, la Universidad de Quilmes en Argentina y la Universidad Complutense de Madrid.
La Universidad Jesuita sumará a la alianza institucional las miradas académicas de la Maestría en Gestión de Empresas de Economía Social y las múltiples experiencias de incidencia del Laboratorio de Innovación Económica y Social (LAINES).
“Aportaremos el diseño de proyectos: cómo desde la economía social se contribuye a crear sociedades más pacíficas”, afirma Castillo Romero.
El posgrado se ha especializado en la formación de profesionistas capaces de impulsar y administrar negocios que pongan a las personas en el centro.
Por su parte, el LAINES ha trabajado junto a cooperativistas y emprendedores con perspectiva comunitaria a través de una metodología basada en el diálogo de saberes y la economía solidaria.
Con este proyecto conjunto, las universidades aliadas pretenden dar testimonio de cómo la economía social puede dar respuesta a las problemáticas derivadas de un modelo basado en la explotación, tanto de personas como de recursos naturales.
Se trata de una propuesta contracultural que hace frente a la acumulación con prácticas para la equidad.
Sobre el modo de proceder, Nadia Castillo asegura: “Las personas tendrán una participación igual. […] No habrá un jefe, sino que actuarán de manera equitativa”. Al mismo tiempo, reconoce la importancia de plantear cadenas de producción basadas en la productividad y el cuidado del medioambiente. “Si observamos todo aquello que compramos veremos que se puede desarrollar la economía social”.
La IBERO Puebla continúa haciendo eco de los objetivos de la Agenda 2030, algunos de los cuales serán atendidos en la cátedra: trabajo digno, equidad de género, producción sostenible y construcción de paz.
“Tenemos una realidad cada vez más violenta. La cátedra se sumará a la agenda institucional de repensar las violencias y pensar cómo abonamos a sociedades más justas”, concluye la directora.