“Tengo que volver a la oficina de inmediato”, murmura Iván Esteban Vega al despedirse. “Sí, yo también”, replica Ana Paola García Romero. Ambos jóvenes acaban de vivir su último día oficial como estudiantes de la Licenciatura en Derecho de la IBERO Puebla y lo hacen rememorando los concursos nacionales a los que cada uno atendió antes de incorporarse a la vida en los despachos jurídicos.
Iván, quien también fue colaborador de la Clínica Jurídica Minerva Calderón de la Universidad Jesuita, participó en el certamen El Camino hacia la Suprema Corte, donde, junto a su equipo, alcanzó las semifinales gracias a sus propuestas para llevar a cabo la justiciabilidad de los derechos humanos.
Explica el joven abogado: “Nos preguntaron cómo se componía la jurisdicción especial indígena, aterrizado en el sistema jurídico mexicano, y cómo se ha configurado la defensa o el derecho de territorio, tierras y recursos naturales de los pueblos y comunidades indígenas en la jurisprudencia interamericana”. Una vez que enviaron las respuestas por escrito, el equipo calificó a la ronda oral.
Allí tuvieron que exponer sus argumentos —como quejosos y como autoridades responsables— frente a personas expertas en derechos humanos, desde jueces y magistrados hasta representantes de Naciones Unidas. De la eliminatoria celebrada en la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Iván Esteban destaca la diversidad de opiniones frente a temas complejos que continúan sin ser solucionados.
Por su parte, el equipo de Ana Paola obtuvo el quinto lugar en el Concurso Nacional de Juicios Orales, una experiencia que no es desconocida para jóvenes que han formado parte del Club de Litigación de la IBERO Puebla desde hace tiempo. En esta ocasión, los cuatro estudiantes viajaron a Monterrey para mostrar sus habilidades tanto en el rol de fiscales como de defensa.
Al igual que al equipo de Iván Esteban, la temática giró en torno a la defensa —o proceso, según el caso— de una persona indígena acusada de violación contra una menor de edad. “Este tipo de casos, que son muy específicos y muy concretos, jamás nos habían tocado”, apunta la joven. “Nos hizo crecer mucho”.
Parte de ese desarrollo profesional tuvo que ver con la presencialidad. El Club de Litigación nació durante el confinamiento, por lo que sus integrantes estaban acostumbrados a argumentar a través de la cámara. “Fue como un shock porque de repente [tenías] a todo mundo viéndote a hablar. Ya no estabas en una pantalla, donde no pasaba nada”. El trabajo en equipo, redondea, fue fundamental para librar las adversidades.
El Mtro. Simón Hernández León, coordinador de la Licenciatura en Derecho y entrenador del equipo que viajó a la Suprema Corte, valora ambos concursos como experiencias formativas significativas en las que el alumnado pudo convivir con personas que han hecho aportes a la ciencia jurídica.
Iván aspira a incidir en la realidad desde el derecho internacional de derechos humanos; Ana Paola, a partir de la defensa de los derechos de las personas privadas de la libertad. A la espera de recibir sus cédulas profesionales, ambos jóvenes se asumen como actores centrales para el cambio social.
“Como objetivo a largo plazo [deseo] ser un mediador entre las personas que piden justicia y los impartidores de justicia para que no exista una distancia tan grande entre ambos”, afirma Iván Esteban. “En este tipo de concursos se nos enseñan a garantizar los derechos humanos sin importar qué, porque todos somos personas”, complementa Ana Paola.
Simón Hernández, por su parte, espera que sus estudiantes se conviertan en personas que conjuguen la fortaleza técnica con la sensibilidad, el compromiso social y la ética profesional para estar a la altura de los desafíos globales. “Los derechos humanos representan el horizonte de realización de la vida pública y su cumplimiento es el elemento de legitimidad del poder político”.
El equipo que llegó a las semifinales en El Camino a la Suprema Corte estuvo conformado por Iván Esteban, Joaquín Sánchez Cedillo, Jessica Cuautle Patle y Marisol Olalde Alvarado; el asesor fue el Mtro. Simón Hernández. Por su parte, al Concurso Nacional de Juicios Orales acudieron Ana Paola García, Daniela Torres Parra, Galilea Meneses Sánchez e Isaac Palma Contreras; su acompañante fue el Mtro. Javier Inzunza Villalobos.